Según el Financial Times, los laboristas esperan ayudar a los propios jóvenes británicos restringiendo a los extranjeros la compra de viviendas. Los planes laboristas restringirían las nuevas promociones de viviendas a los primeros compradores de su propio país durante los seis primeros meses de venta, y limitarían la proporción de nuevas promociones vendidas a compradores extranjeros a no más del 50%.
Los laboristas también se plantean duplicar el tipo adicional del impuesto de actos jurídicos documentados que pagan los extranjeros que compran una vivienda.
La norma actual es que los compradores extranjeros paguen dos puntos porcentuales adicionales del impuesto de actos jurídicos documentados si se trata de su residencia principal en el Reino Unido y cinco puntos porcentuales adicionales si no es su residencia principal.